Con el objetivo de lograr agilidad y simplificar la TI, cada vez más organizaciones están trasladando sus cargas de trabajo de aplicaciones desde el centro de datos tradicional hacia la nube, o las están entregando como SaaS. Además, cada vez más usuarios están accediendo a estas aplicaciones desde distintos dispositivos y ubicaciones, ya sea que se encuentren en casa, en la oficina o en el camino.
Los controladores de entrega de aplicaciones (ADC) son el núcleo de una experiencia de aplicación optimizada y segura. Por lo general, el tamaño se corresponde con el uso actual y proyectado de las aplicaciones. No obstante, las aplicaciones están en constante evolución, la cantidad de usuarios va en aumento y las cargas de trabajo se están trasladando a la nube. Se está volviendo todo un desafío poder anticipar los requisitos de tamaño y escalabilidad de los ADC.